Al llegar al lugar, nos encontramos con un farellón totalmente abrupto, en donde pudimos apreciar la dirección del viento y como podía esquivar estructuras (esto con la ayuda de las burbujas y cintas).
Me pareció interesante un lugar que encontramos, en el cual no existían brisas de viento, y todo parecía calmo. La temperatura era más bien templada y la humedad era significativa.
Por ello, la geografía del lugar daba espacios de diversas formas de viento y luz, esto, por las rocas ubicadas a las orillas del mar que protegían y de algún modo provocaban lugares de abrigaña.
Mientras caminabamos, encontramos un lugar en el que la humedad era 99%, es decir, un resultado que revelaba una pronta lluvia en la zona.
Con respecto al clima, nos favoreció mucho, ya que se podían apreciar las magnitudes solo con el hecho de pararse en frente de la trayectoria del viento.
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